Un territorio fronterizo de gran riqueza natural y cultural
Navegar por aguas internacionales observando águilas y buitres. Visitar decenas de dólmenes en unos kilómetros. Cruzar el puente de Alcántara, uno de los más bellos del Imperio Romano. Rememorar los pasos de los caballeros de la Orden de Alcántara. Saborear una gastronomía con influencias pastoriles, conventuales, portuguesas…
Estas son algunas de las experiencias que puedes vivir en el Tajo Internacional, un amplio territorio de frontera dominado por el río más largo de la Península Ibérica y que presume de tres importantes reconocimientos: ser Parque Natural, Parque Internacional y Reserva de la Biosfera de la UNESCO.
Se trata de una zona de gran valor ecológico, donde el Tajo y sus afluentes Erjas, Aravil, Pónsul, Salor y Sever forman un paisaje escarpado, con innumerables roquedos, y donde abundan las dehesas de encinas y alcornoques y otras especies típicas del bosque mediterráneo.
El Parque Natural del Tajo-Tejo Internacional se extiende por 28.602 hectáreas en España (abarca los municipios de Alcántara, Brozas, Carbajo, Cedillo, Herrera de Alcántara, Membrío, Salorino, Piedras Albas, Herreruela, Santiago de Alcántara, Valencia de Alcántara y Zarza la Mayor) y 26.484 hectáreas en Portugal. Fue, de hecho, el primer Parque Natural compartido por dos países europeos gracias al acuerdo firmado por España y Portugal en 2012.
El territorio de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Tajo-Tejo es mucho más amplio. Suma un total de 428.176 hectáreas, de las cuales 259.073 se sitúan en España y 169.103 en el país vecino. La Unesco le concedió tal reconocimiento en 2016.
El Tajo Internacional es un paraíso para la observación de aves, ya que resulta fácil avistar numerosas especies de gran valor, como águilas imperiales ibéricas, cigüeñas negras, buitres negros y leonados, águilas perdiceras, alimoches y búhos reales, entre otras. Destaca también por su riqueza botánica, en la que merece una mención el lirio amarillo (Iris lusitanica), endémico de la zona.
Para apreciar la fauna y la flora y disfrutar de los paisajes, te recomendamos visitar los miradores del Parque Natural (Negrales, Las Viñas, La Geregosa, Mari Loza…) y subirte a los barcos turísticos que navegan por el Tajo.
Historia y cultura
El patrimonio histórico, como ocurre con el natural, es extenso y variado.
En Valencia de Alcántara se localiza uno de los conjuntos megalíticos más impresionantes y mejor conservados de Europa, compuesto por más de 50 dólmenes. En esta localidad se encuentran el barrio gótico (se trata de la judería más extensa de Cáceres, con 19 calles y una sinagoga que data del siglo XV), y la iglesia de Nuestra Señora de Rocamador (siglos XV-XVI), donde se casaron Isabel, primogénita de los Reyes Católicos, y el rey portugués Manuel I en 1497. En agosto, los vecinos de Valencia de Alcántara y del pueblo luso de Marvão recrean este hecho histórico en la Boda Regia, Fiesta de Interés Turístico de Extremadura.
En otros pueblos de la zona existen también restos megalíticos, como Alcántara, Cedillo, Herrera de Alcántara y Santiago de Alcántara, municipio donde se sitúan las cuevas de El Buraco y La Grajera, con pinturas rupestres, y el Centro de Interpretación del Megalitismo.
En Alcántara encontramos un impresionante puente romano, sin lugar a dudas, uno de los iconos de Extremadura. Concluido hacia el año 106, es único en el mundo por sus dimensiones y morfología: seis arcos, 194 metros de longitud, ocho de ancho y 71 de altura máxima. Posee las tres cualidades que se le pedían a toda edificación de aquella época: firmeza, hermosura y utilidad. “Este puente durará mientras dure el mundo”, se lee en una inscripción.
El puente se erigió en tiempos del emperador Trajano, en cuyo honor se levantó un arco de triunfo en la parte central. Formaba parte de la vía romana que comunicaba la capital de la Bética (Córdoba), Portus Cale (Oporto) y Bracara Augusta (Braga). Siglos después, los árabes le llamaron “Qantarat-as Saif” (Puente de la Espada).
También en Alcántara destacan el Conventual de San Benito, escenario del Festival de Teatro Clásico, y la iglesia de Santa María de Almocóvar, edificio construido sobre una antigua mezquita, cuya portada principal es uno de los mejores ejemplos del Románico extremeño.
En esta zona del Tajo Internacional nació la Orden Militar de Alcántara, muy importante en la Reconquista, época en la que se anexionó extensos territorios que le proporcionaron una relevante posición económica y militar.
Entre otros lugares vinculados con los caballeros alcantarinos vale la pena visitar el citado conventual de San Benito, una de las joyas del Renacimiento extremeño, donde la Orden tenía su matriz; el castillo de Peñafiel (Zarza la Mayor), de origen árabe, situado en un espectacular desfiladero del río Erjas en la frontera; y el castillo de Brozas, que fue Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara. En esta villa, los restos bien conservados de una calzada romana y las numerosas iglesias y casas señoriales, con escudos nobiliarios, rejas y balconadas, nos hablan de la relevancia histórica de Brozas.
Excelente cocina
La gastronomía, influida por sabores pastoriles, conventuales, árabes, judíos y portugueses, es otro de los motivos para visitar el Tajo Internacional. En su generosa despensa hay productos del cerdo ibérico (jamón de la DOP Dehesa de Extremadura, patatera, cominera, fariñera, lomo, buche…), cordero y ternera (amparados por Indicaciones Geográficas Protegidas), quesos en Carbajo y Valencia de Alcántara, carnes de caza, aceite de oliva, miel, peces de río y dulces tradicionales, como la mormentera, la serradura, las perrunillas, las puchas y los repápalos.
La perdiz al modo de Alcántara es uno de los platos icónicos de esta zona y de Extremadura. Su origen se sitúa en el conventual de San Benito de Alcántara, saqueado en 1807 por las tropas napoleónicas, de donde sustrajeron un recetario que pasó a manos del general Junot y luego a su mujer, Laura Permon, duquesa de Abrantes, quien lo difundió en París. Décadas después, Auguste Escoffier, uno de los padres de la cocina moderna francesa, dio a conocer varias elaboraciones de ese recetario benedictino, como el consomé, el foie gras trufado y la perdiz al modo de Alcántara, platos que han alcanzado fama mundial.
Fiestas y festivales imprescindibles
Los pueblos del Tajo Internacional celebran numerosos eventos de naturaleza, cultura y gastronomía a lo largo del año. Estos son algunos de los más destacados:
Más información: https://biosferatajotejointernacional.org/
Guías y folletos con experiencias y rutas en Tajo Internacional